
Cuando escuché por primera vez acerca de Isla Tortuga en Costa Rica, me imaginé un destino de fantasía, con playas de arena blanca y un ambiente tan tropical como en las películas. Pero, para mi sorpresa, descubrí que el nombre se usa para describir dos islas distintas: Isla Tolinga, la más famosa, y Isla Alcatraz, que rara vez recibe visitantes. En conjunto, ambas forman parte del Golfo de Nicoya, en la provincia de Puntarenas. Sin embargo, quien quiera vivir la experiencia de visitar la “Isla Tortuga” de la que tanto se habla, en realidad se adentrará en Isla Tolinga, que es donde se concentran los tours, las playas accesibles y la experiencia más habitual para los viajeros.
En este artículo, quiero compartir mis impresiones y anécdotas de primera mano sobre Isla Tolinga (que la mayoría llama simplemente “Isla Tortuga”), una joya que me regaló unos de los paisajes más bellos del Pacífico costarricense. Si sientes curiosidad por saber cómo llegar, qué hacer y qué encantos la distinguen, sigue leyendo. Te aseguro que saldrás con ganas de armar la maleta y lanzarte a la aventura.
¿Dónde se ubica realmente Isla Tortuga y cómo llegar?
Isla Tolinga —la “Isla Tortuga” más frecuentada— se encuentra al sureste de la Península de Nicoya. El acceso más común es desde el muelle de Puntarenas, donde parten catamaranes o lanchas cargadas de grupos que van en busca de aguas turquesas y un día de desconexión.
En mi caso, escogí un tour que salía de Puntarenas bien temprano. El trayecto en barco duró alrededor de una hora y media, amenizada por el vaivén del mar y la posibilidad de ver delfines de camino. Algunos amigos viajaron desde otros puntos, como Jacó (en Playa Herradura) o desde la zona de Montezuma y Paquera (en la Península misma), donde se toman lanchas más pequeñas y rápidas. Cualquier ruta que elijas, lo más probable es que desembarques en la playa principal de Isla Tolinga, que es la que la gente llama Isla Tortuga.
Puesto que no hay hoteles en la isla, todos los tours regresan por la tarde. ¡Importante! No pierdas el barco de vuelta porque está prohibido pernoctar allí. Eso sí, prepárate para un día intenso y lleno de buenas vibraciones.
Un vistazo a la “historia” y ambiente de la isla
Desde que puse un pie en la costa de Isla Tolinga, comprendí por qué tantos viajeros la consideran un “lugar de película”. Me contaron los guías que su nombre surgió porque las colinas de ambas islas —Tolinga y Alcatras— evocan la forma de un caparazón de tortuga. A lo largo de los años, la isla vio pasar navegantes, pescadores y exploradores ocasionales, pero su verdadera fama llegó con el auge del turismo en Costa Rica, cuando se descubrió que aquí había un “pedacito de cielo” digno de postal.

Lo cierto es que, pese a la afluencia de barcos y visitantes, se mantiene un ambiente a la vez alegre y relajado. Las embarcaciones suelen llevar música y animación, y en la playa encuentras locales con bebidas refrescantes. Eso sí, al no haber grandes construcciones ni posibilidad de alojamiento, el lugar conserva cierta virginidad y un aire desenfadado que te hace sentir desconectado del resto del mundo.
Características principales: playas en Isla Tolinga y en Isla Alcatraz
- Isla Tolinga (la que visitamos):
Aquí se distribuyen varias playas con nombres como Playa Salmón, Playa Corales, Playa Cocorí, Playa Murcia y Playa Tropical. No todas son fácilmente accesibles, pero la que te recibe al desembarcar tiene arena blanca y un mar turquesa de ensueño. Hay tramos con tumbonas y sombrillas de alquiler, y algunos espacios para comer o comprar snacks. - Isla Alcatraz (la gran desconocida):
Alberga Playa Alcatraz y Playa Arce, pero estas playas casi nunca forman parte de los tours. Es más silvestre, sin infraestructura para el turismo. Me pareció curioso que tan poca gente hable de ella, pero, al parecer, se protege así su naturaleza virgen.
El oleaje en Isla Tolinga es suave, ideal para nadar y hacer snorkel, y la transparencia del agua permite ver peces tropicales incluso cerca de la orilla. Sin embargo, conviene llevar calzado acuático para tramos con piedras o coral. En las zonas más masificadas, la interacción con otros viajeros es constante, mientras que, si caminas un poco, puedes toparte con rincones más tranquilos.

Las actividades que hacen inolvidable el viaje
- Snorkel y buceo
Aproveché que mi tour ofrecía una sesión de snorkel cerca de un arrecife rocayoso. La diversidad de peces de colores y el agua templada me regalaron una experiencia muy gratificante. Para buceo más avanzado, en la zona hay restos de naufragios a varios metros de profundidad, un plan atractivo para quienes tengan certificación. - Deportes acuáticos
En la playa principal, vi gente pasándoselo en grande en banana boat, motos acuáticas y paddleboard. Yo me animé a subirme en un kayak para acercarme a un punto con menos bañistas y fue un acierto total: el mar estaba tan en calma que remar era un placer. - Senderismo y miradores
La isla cuenta con dos senderos. El primero, de aproximadamente 30 minutos, atraviesa un bosquecito hasta un mirador desde donde se aprecia buena parte de la costa. El segundo, un poco más largo (45 minutos), se adentra más en la vegetación y ofrece panorámicas aún mayores. Recomiendo llevar calzado cerrado y agua, porque hace calor y la humedad es alta. - Relax total en la playa
Por supuesto, no todo va de acción. Si te seduce la idea de tumbarte bajo una palmera con una piña colada, éste es tu sitio. A mí me encantó sentir la suave brisa marina y contemplar el paisaje, especialmente en la parte menos concurrida, lejos de las lanchas ancladas.
Naturaleza y parajes cercanos
El entorno es un verdadero paraíso tropical: aguas turquesas, cielos intensos y vegetación frondosa. Además de las playas, puedes:
- Visitar Playa Quesera: Algunos tours hacen una parada rápida en esta playa, que queda cerca de la isla. Quedé fascinado con la claridad del agua y el ambiente tranquilo.
- Acercarte al Refugio Curú: En el trayecto, algunas embarcaciones pasan cerca de esta reserva de vida silvestre, repleta de monos y mapaches. Un buen plus para amantes de la fauna.
- Islas Negritos: Si el capitán decide bordear estas islas, podrías ver monos araña saltando entre los árboles. En mi caso, no tuve esa suerte, pero varios viajeros me contaron que la experiencia fue increíble.
Gastronomía y dónde comer
En Isla Tolinga, la comida depende casi siempre del tour. Suele haber un almuerzo que incluye pescado o pollo con ensalada y frutas tropicales. No esperes un gran banquete, pero sí un plato sabroso que sienta de maravilla tras las actividades acuáticas.
Las bebidas corren por cuenta del bar a bordo o de los quioscos en la playa. Yo tuve la suerte de probar un ceviche fresco con unas notas cítricas deliciosas. Pero ojo: he escuchado que los precios varían mucho y, a veces, pueden ser más altos de lo esperado. Por eso, es buena idea llevar agua y algún snack personal, sobre todo si no te alojas cerca y no quieres depender de lo que vendan en la isla.
¿Y si quiero quedarme más tiempo? El tema del alojamiento
No es posible pernoctar en ninguna de las islas que carecen de hoteles o zonas de camping, algo que ayuda a preservar su belleza natural. Por eso, todos los paseos son de ida y vuelta en el mismo día.
Si deseas amanecer cerca, te recomiendo alojarte en:
- Puntarenas: para partir con el tour a primera hora.
- Jacó: si prefieres un ambiente más surfero y animado.
- Paquera o Montezuma: en la Península de Nicoya, donde algunos tours locales te llevan a la isla en lanchas rápidas.
Aunque existan suites de lujo en la Península de Nicoya, no esperes tal lujo en las proximidades de Isla Tortuga, lo que a mí me parece perfecto para mantener ese aire natural.
Consejos prácticos para que tu día sea redondo
- Revisa el tipo de tour que te ofrecen. Hay barcos grandes con música y animación, y otros más pequeños y tranquilos. Define qué estilo prefieres.
- Protégete del sol: el calor del Pacífico puede ser intenso, así que lleva bloqueador solar biodegradable, sombrero y gafas de sol.
- Lleva algo de efectivo (dólares o colones) para pagar alquiler de sillas, baños, o comprar algún refresco o souvenir.
- Mejor día para visitar: si buscas menor concurrencia, opta por días laborables y evita puentes o festivos.
- Cierra la experiencia con snorkeling o kayak a primera hora; después llegan más catamaranes y se enturbia la tranquilidad.
Mi experiencia personal en Isla Tortuga
Cuando el catamarán amarró en la costa, sentí un flechazo instantáneo al ver el agua color turquesa. Tras instalarme y probar un par de frutas frescas que nos ofrecieron, quise sacarle el jugo a la mañana y me apunté al snorkel que organizaban. Me quedé alucinado con la variedad de peces que nadaban a mi lado, algunos de tonos amarillos, azules eléctricos y naranjas chillones.
Después del almuerzo —un sencillo pero muy sabroso pescado con ensalada— me animé a caminar uno de los senderos. Subir bajo ese sol exigió algo de esfuerzo, pero las vistas del Golfo de Nicoya desde el mirador compensaron cada gota de sudor. El resto de la tarde lo dediqué a dar un paseo por la orilla y relajarme en la arena, charlando con otros viajeros que, igual que yo, estaban maravillados con los colores del mar.
Al final del día, mientras zarpábamos de vuelta y veía cómo la isla se hacía pequeña en el horizonte, tuve la certeza de que Isla Tortuga dejaría en mí un recuerdo duradero. Por mucho que algunos detalles (como los altos precios o la cantidad de gente) puedan desanimar a algunos, el espectáculo natural y la posibilidad de vivir un día pleno en la playa lo compensan con creces.
Preguntas frecuentes (FAQ)
¿Se puede visitar Isla Alcatraz?
No es lo habitual; casi todos los tours llegan a Isla Tolinga (la “Isla Tortuga” más conocida) y Alcatraz permanece más virgen y sin infraestructuras.
¿Hay salvavidas?
Normalmente no. Cada barco lleva sus guías, pero no es común tener un salvavidas fijo en la playa. Nada con precaución.
¿Merece la pena el sendero a los miradores?
Sí, el esfuerzo vale la pena. Las panorámicas son preciosas y te permiten apreciar la isla desde otra perspectiva.
¿Las aguas son siempre tan turquesas?
Depende de la temporada y las mareas; en la época seca (diciembre-abril), suele estar más clara. Aun así, en mi caso (fui en enero), el color era magnífico.
¿Por qué Isla Tortuga debería estar en tu ruta por Costa Rica?
Isla Tortuga (es decir, Isla Tolinga) encarna esa estampa tropical que muchos soñamos: arena reluciente, vegetación que acaricia el mar y una atmósfera de pura diversión bajo el sol. Aunque no sea un destino donde alojarte, la escapada de un día resulta inolvidable por la belleza natural y la variedad de actividades que ofrece.
Si te apetece un chapuzón en aguas transparentes, un rato de snorkel con peces de colores, un paseo en catamarán con música y, en definitiva, sumergirte en un entorno playero único, este destino te encantará. Tal vez te incomoden un poco las aglomeraciones o los extras de pago, pero un poco de planificación minimiza esos inconvenientes. Al final, te llevarás la sensación de haber descubierto un rincón exótico que, sin duda, hará que tu ruta por Costa Rica sea mucho más especial.
Personalmente, me fui con la mochila llena de recuerdos soleados y con la certeza de que, cada vez que recuerde aquellos tonos azules del mar, sentiré una punzada de nostalgia y felicidad. Si buscas un día distinto, rodeado de la magia del Pacífico, Isla Tortuga te está esperando. ¡Nos vemos en la orilla!