
Cuando me hablaron por primera vez de Playa Espadilla Sur, pensé que sería simplemente otra hermosa costa en Costa Rica. Sin embargo, en cuanto puse un pie sobre su arena dentro del Parque Nacional Manuel Antonio, me di cuenta de que era algo muy especial. Ubicada a un corto paseo de la entrada principal, esta playa seduce con su entorno selvático, sus aguas tranquilas y un ambiente que invita a quedarse horas.
Antes de viajar, me imaginaba un lugar abarrotado de gente por la popularidad de Manuel Antonio, pero al llegar descubrí que Playa Espadilla Sur tiene un encanto más relajado que otras partes del parque. Pese a que comparte nombre con Playa Espadilla Norte (la cual es de acceso público y se encuentra fuera de los límites del parque), Espadilla Sur se siente más íntima. Es como una joya escondida donde la selva y el mar se encuentran de forma armoniosa.
En este artículo, te mostraré todo lo que he aprendido en mi visita: desde cómo llegar y qué rutas se pueden hacer, hasta dónde comer, qué llevar en la mochila y por qué deberías considerar Playa Espadilla Sur en tus próximos planes de viaje. ¡Acompáñame en esta aventura costera en plena joya del Pacífico de Costa Rica!
¿Dónde está Playa Espadilla Sur y cómo llegar?
Para quienes no lo sepan, Playa Espadilla Sur se localiza en el cantón de Quepos, dentro del famoso Parque Nacional Manuel Antonio, en la provincia de Puntarenas. A diferencia de Playa Espadilla Norte, esta está protegida dentro de los límites del parque, por lo que se requiere pagar la entrada para acceder.
Si vienes desde la capital, San José, lo más habitual es tomar la carretera Costanera Sur (Ruta 34). El trayecto dura alrededor de 3 horas en coche y te lleva directamente a Quepos y, posteriormente, a Manuel Antonio. También puedes optar por el autobús: la compañía Tracopa ofrece rutas diarias desde San José hasta este destino. Si quisieras volar, el Aeropuerto La Managua (XQP) en Quepos recibe vuelos domésticos, y desde ahí solo tardarías unos 15 o 20 minutos en taxi o coche de alquiler para llegar a la entrada del parque.
Nada más llegar a la zona, verás múltiples zonas de aparcamiento privadas muy cerca de la entrada del Parque Nacional Manuel Antonio. Una vez dentro, tendrás que caminar aproximadamente un kilómetro por senderos bien señalizados hasta dar con la bifurcación que conduce a Playa Espadilla Sur. No te preocupes: la ruta es sencilla, con tramos de pasarelas de madera y puentes sobre manglares que hacen del paseo un previo encantador.
Un vistazo a su historia y ambiente local
Lo maravilloso de Playa Espadilla Sur es que, al formar parte de Manuel Antonio, hereda la rica historia natural que caracteriza a este parque. En sus inicios, la región se mantenía prácticamente aislada, con acceso complicado por mar o por caminos rústicos. Con el crecimiento del turismo ecológico en Costa Rica, este paraje se convirtió en un referente mundial.

Hablando con guías locales supe que, antiguamente, la pesca y la agricultura eran las actividades principales de los pobladores de Quepos. Con la declaración de Manuel Antonio como parque nacional en 1972, la zona dio un gran giro: hoy es una comunidad que vive intensamente del turismo y que, al mismo tiempo, se preocupa por conservar el entorno. Esa combinación da lugar a un ambiente único en el que la gente te recibe con calidez y te comparte su “pura vida” de forma muy cercana.
En mis paseos por los alrededores, escuché anécdotas de visitantes que se sorprendieron al ver monos capuchinos o iguanas prácticamente pasando a tu lado en la arena. Esa convivencia armónica entre la vida salvaje y los viajeros, sin grandes construcciones invadiendo la costa, es una de las razones por las que Playa Espadilla Sur conserva todavía un aire casi virgen.
Características principales de la playa
Hablar de Playa Espadilla Sur es referirse a una playa de arena dorada (con matices que a veces parecen blancos, a veces más oscuros), rodeada de vegetación exuberante que brinda sombra natural. Comparte el mismo arco costero con Playa Espadilla Norte, pero se separan por un estuario y una formación rocosa. Una de las diferencias notorias es que en la parte Sur el oleaje puede resultar un poco más “movido” en ciertos momentos, por lo que hay que tener precaución si te adentras demasiado. En términos generales, sin embargo, las corrientes no son tan fuertes como en otras playas del Pacífico costarricense.
La playa se extiende varios cientos de metros, y por detrás de ella existe un pequeño humedal de manglares y bosque donde abundan monos, mapaches, aves, cangrejos e incluso perezosos si prestas atención. Cuando hablo de “entorno salvaje”, lo digo en serio: basta con dejar unos snacks a la vista y es probable que un mono capuchino se acerque a curiosear.

Al encontrarse dentro de un área protegida, Playa Espadilla Sur está muy bien cuidada, limpia y con presencia de guardaparques que supervisan las actividades. Otro punto a destacar es que no encontrarás vendedores ambulantes ni construcciones invadiendo la orilla, lo cual garantiza una atmósfera más tranquila para disfrutar de la naturaleza.
Actividades y atracciones cercanas
Aunque simplemente relajarse en la arena y contemplar el paisaje sea ya un plan perfecto, Playa Espadilla Sur ofrece mucho más. Al formar parte del parque, puedes apuntarte a tours guiados de avistamiento de fauna, donde aprenderás a descubrir perezosos ocultos en los árboles o aves exóticas. Estos recorridos suelen arrancar temprano, y lo bueno es que luego te puedes quedar en la playa sin preocuparte de salir corriendo.
Si buscas acción sobre las olas, se pueden rentar tablas o tomar clases de surf en los tramos más cercanos a la entrada. También existen zonas propicias para el snorkel en marea baja, sobre todo hacia la parte rocosa que divide Espadilla Sur de Playa Manuel Antonio. Eso sí, no esperes arrecifes gigantescos, sino pequeños parches de coral y algunos peces de colores.
Por otro lado, Manuel Antonio cuenta con varios senderos internos que conectan playas y miradores. Puedes caminar hasta la famosa Playa Manuel Antonio, con su agua turquesa e icónica forma de media luna, o llegar a miradores como Punta Catedral. Cada uno te regala una perspectiva diferente de la costa y la jungla. Y, si te quedas con ganas de más, en los alrededores de Quepos puedes contratar excursiones en bote por los manglares de Isla Damas, practicar canopy (tirolina) o lanzarte al rafting en los ríos Savegre o Naranjo.
Parajes y maravillas naturales cercanos
Dentro de Manuel Antonio, además de Playa Espadilla Sur, hay otros tesoros como la propia Playa Manuel Antonio, que muchos consideran la joya del parque por su color de agua más intenso y su ambiente más recogido. También destaca la Playa Gemelas, pequeñita y con encanto salvaje, o la Playa Puerto Escondido, a la que se llega tras recorrer senderos más largos y menos concurridos.
Fuera del parque, te sugiero visitar Playa Biesanz, una cala tranquila perfecta para el snorkel; Playa Espadilla Norte, de acceso público y con mayor oferta de servicios de restauración y deportes acuáticos; y Playa Matapalo, un poco más alejada al norte, ideal para quienes buscan huir de las multitudes. Asimismo, a poco más de una hora en coche se halla Playa Uvita, dentro del Parque Nacional Marino Ballena, famosa por su Cola de Ballena y sus tours de avistamiento cetáceo.
Si prefieres la montaña, en los alrededores tienes zonas selváticas impresionantes. A veces organizan tours de un día a la Catarata Nauyaca, donde puedes darte un refrescante chapuzón tras caminar por la jungla. El verde en esta región de Costa Rica parece no acabarse nunca.
Gastronomía local y restaurantes
Puede que dentro de Playa Espadilla Sur no encuentres restaurantes en la propia orilla (por ser un área protegida), pero una vez fuera del parque, en la zona de Manuel Antonio, hay una gran variedad de locales. Me encanta la manera en que combinan la cocina tradicional tica —casados, ceviches y jugos naturales— con propuestas más internacionales como pizzas artesanales o fusiones caribeñas.
En mis días por allí, probé un ceviche increíble cerca de la rotonda principal de Manuel Antonio, a tan solo un par de minutos de la entrada del parque. También me recomendaron un pequeño restaurante familiar donde preparaban pescado a la parrilla con salsa de mariscos: ¡una delicia! Y, si lo que te apetece es algo más de picoteo rápido, encontrarás sodas locales donde sirven gallo pinto, batidos de frutas y empanadas recién hechas.
No olvides probar el agua de pipa (coco fresco), muy típica en zonas de playa: la venden helada y te recarga de energía en los días más calurosos. Eso sí, recuerda que dentro del parque es mejor llevar tus propios snacks (permitidos según la normativa) y suficiente agua, porque no hay venta de alimentos en la arena.
Alojamiento y hoteles en Playa Espadilla Sur
Aunque no existen hoteles dentro de la playa misma, alrededor del Parque Nacional Manuel Antonio hay opciones para todos los gustos y presupuestos. Si buscas lujo y vistas panorámicas espectaculares, hay resorts boutique asentados en la colina que ofrecen piscinas infinitas y habitaciones con ventanales abiertos a la jungla. También encuentras hoteles de rango medio que mezclan un ambiente familiar con precios más accesibles.
Para los mochileros, Manuel Antonio y Quepos disponen de hostales donde se respira el ambiente “pura vida” y se organizan salidas en grupo a la playa. Incluso algunos tienen cocinas compartidas y zonas comunes ideales para intercambiar experiencias con viajeros de todo el mundo.
Si prefieres sentirte como en casa, hay muchas ofertas de alquiler vacacional. Apartamentos y pequeñas villas rodeadas de vegetación en los que podrás descansar tras una intensa jornada de playa. Eso sí, te aconsejo reservar con antelación en temporada alta (diciembre a abril), cuando la demanda es mayor.
Consejos prácticos para un día perfecto en Playa Espadilla Sur
Uno de los primeros aspectos a tener en cuenta es que, al ser parte de un área protegida, debes comprar tu entrada al Parque Nacional Manuel Antonio. Esta se adquiere en la boletería oficial (te recomiendo hacerlo con anticipación en línea si es temporada alta) y tiene un horario de apertura y cierre (normalmente de 7:00 a 16:00 h, aunque puede variar). Llega temprano para evitar filas y para disfrutar de la playa con menos gente.
La “guía para el visitante” aquí es sencilla pero esencial:
- Acceso: tras pasar el control de entrada, caminarás por un sendero principal. Muy pronto verás un desvío: si sigues a la derecha, llegarás primero a Playa Manuel Antonio. Si continúas recto o revisas el rótulo que diga “Espadilla Sur”, será tu ruta directa a la playa que nos atañe.
- Rutas internas: el parque cuenta con distintos caminos que enlazan miradores y playas. Es perfectamente factible ir de Espadilla Sur a Manuel Antonio y viceversa, o incluso tomar senderos más largos para disfrutar la fauna.
- Objetos permitidos: verifica bien qué tipo de alimentos y envases se pueden ingresar. Por lo general, se permiten frutas, agua y sandwiches caseros, mientras que productos empaquetados (frituras, galletas con envolturas) pueden ser decomisados para evitar contaminación y alimentar a la fauna silvestre de forma inadecuada.
No olvides utilizar repelente de insectos, protector solar biodegradable y llevar bolsa propia para la basura. La idea es mantener Playa Espadilla Sur tan limpia y hermosa como la encontremos.
Mi experiencia personal: anécdotas y consejos
Recuerdo la primera vez que pisé la arena de Playa Espadilla Sur: llegué pasada media mañana, cuando el sol ya pegaba con fuerza. Aunque el trayecto desde la entrada del parque no era muy largo, llevaba mi mochila llena de botellas de agua y algo de fruta. Al aparecer la franja de arena ante mis ojos, noté que la playa tenía bastante espacio y muy poca gente para ser temporada alta. ¡Fue una grata sorpresa!
Mientras caminaba cerca de la orilla, divisé un grupo de pelícanos lanzándose en picado para pescar. Y, de repente, escuché aullidos: eran monos aulladores en la frondosa vegetación tras la playa. Después de un rato, decidí aventurarme un poco más y crucé hacia la sección de rocas que hace de frontera con Playa Manuel Antonio. Allí me encontré a unos viajeros que comentaban haber visto un perezoso bajando lentamente de un árbol. Hasta hoy, me quedé con ganas de verlo, pero no deja de ser emocionante saber que la fauna está tan activa.
Otro momento inolvidable fue cuando me senté a comer unas rodajas de papaya a la sombra y un mapache se acercó con curiosidad. Obvio, no le di nada, porque hay que evitar alimentar a los animales salvajes, pero fue divertido observarlo a tan corta distancia. Ese tipo de conexiones naturales hacen que Espadilla Sur sea de mis rincones favoritos en Costa Rica.
Preguntas frecuentes de los viajeros
- ¿Cuánto cuesta la entrada al Parque Nacional Manuel Antonio?
Suele rondar los 18 dólares para visitantes extranjeros, con tarifas reducidas para nacionales y residentes. Los precios pueden variar según la normativa actual, así que es bueno verificar la web oficial del SINAC. - ¿Hay horarios específicos para ingresar y salir de Playa Espadilla Sur?
Sí. El parque abre generalmente a las 7:00 y cierra a las 16:00. El último acceso suele permitirse hasta una hora antes del cierre. Asegúrate de planificar tu visita para disfrutar al máximo. - ¿Es peligrosa la corriente o el oleaje?
En algunos momentos, las olas pueden ser más fuertes que en Playa Manuel Antonio, pero por lo general sigue siendo segura para bañarse. Siempre es aconsejable verificar las banderas de advertencia y no alejarse mucho si no eres un nadador experimentado. - ¿Se puede salir y volver a entrar al parque con el mismo boleto?
Normalmente no. Una vez que sales, no se permite reingreso con el mismo tiquete. Por lo tanto, si planeas almorzar fuera, procura hacerlo después de tu visita.
¿Por qué Playa Espadilla Sur debería ser tu próxima escapada costera?
Si lo que buscas es una experiencia de playa rodeada de naturaleza, con la dosis justa de tranquilidad y la oportunidad de ver vida silvestre de cerca, Playa Espadilla Sur lo tiene todo. Su ubicación dentro del Parque Nacional Manuel Antonio la hace singular: el control de visitantes mantiene la zona limpia y poco masificada, mientras que el bosque circundante añade ese toque de selva tropical que caracteriza a Costa Rica.
La combinación de aguas templadas, arena amplia, senderos cercanos y fauna única crea un escenario perfecto para quienes deseen relajarse y a la vez explorar. Además, tienes acceso a otras playas y miradores espectaculares dentro del parque, lo que convierte la visita en una aventura completa. Eso sí, si tu plan es tumbarte en la arena con un refresco en la mano y poca gente alrededor, esta playa puede ser tu paraíso particular.
En mi caso, volvería sin pensarlo dos veces. Cada puesta de sol que disfruté en Playa Espadilla Sur me recordó por qué Costa Rica se ha ganado un nombre en el turismo ecológico mundial. Así que, si estás buscando un rincón especial para tu próxima escapada, ¡anímate a descubrir la magia de esta playa y déjate enamorar por el encanto de Manuel Antonio!